Cassabanana (Sicana Odorifera)

Cassabanana (Sicana odorifera): una extraordinaria cucurbitácea centroamericana, produce multitud de frutos con sabores increíbles. Difícil de describir con palabras, una mezcla de melón y melocotón, con un toque de piña, un sabor exótico y refrescante, e increíblemente fragante. Se puede comer fresca, a cucharadas, en zumo o en conserva en compotas únicas. Sin duda, uno de los sabores más interesantes que puedes probar, casi adictivo. Hay un problema: la planta no es fácil de cultivar. Aunque es resistente, y en años de cultivo prácticamente no hemos encontrado ninguna enfermedad, es muy exigente en cuanto a suelo, temperatura y época de cultivo. El suelo debe ser rico, con buen drenaje y mantenerse húmedo a pesar de la exposición a pleno sol. La siembra debe realizarse en un semillero cálido lo antes posible, o en un semillero cálido con ayuda de lámparas; en el centro y sur de Italia, sin embargo, conviene hacerlo antes, siempre con ayuda de un calefactor. La planta es excepcionalmente vigorosa, crece varios centímetros al día con hojas enormes. Tiene porte trepador, cubriendo una pérgola de 30 metros cuadrados o más. Posteriormente, se llenará de numerosos frutos con forma de salchicha, un efecto sorprendente. Sin embargo, estos tardan mucho en madurar; quizás solo en el extremo sur haya tiempo. Afortunadamente, los frutos climatéricos maduran después de ser recolectados. Colóquelos en una caja cuando la planta sucumba al frío; se conservarán durante muchos meses antes de madurar: adquirirán un color ladrillo uniforme y desprenderán una fragancia intensa.
Ha llegado el momento de disfrutar del inolvidable resultado de tus esfuerzos.

Llevamos años cultivando Cassabanana, aunque no hemos distribuido las semillas debido a la dificultad de cultivarlas.
El problema radica en el larguísimo tiempo de maduración del fruto y en la marcada aptitud macrotérmica de la planta.
Se puede cultivar como anual aunque también es perenne cuando se mantiene en las condiciones de temperatura y luz de los lugares donde es nativa.
La cultivamos en nuestro invernadero caliente, en contenedores de 600 litros, dejándola trepar por el techo mediante soportes especiales.
Este año intentamos cultivarlas al aire libre, preparando un sustrato especial. Los resultados son excelentes, aunque tendremos que esperar hasta el año que viene para que maduren los frutos, mientras que en el invernadero esto ocurre en la planta.
Tenga en cuenta que nuestro invernadero proporciona un fotoperíodo de 12 horas durante todo el año en condiciones de temperatura y humedad controladas.
De ahí el precio de las semillas, son caras de producir (en los pocos distribuidores que existen en Europa el precio ronda los 2,50 euros por una sola semilla!).
No recomendamos comprarlo para principiantes, pero si eres agrónomo o cultivador experto o tienes algo excepcional, merece la pena.
Temperatura mínima de germinación 25°C g/n, considerar un soporte para trepadoras capaz de soportar el peso de los frutos y la extensión de la planta.